Presidiendo a todas las flores
naciste iniciando la alegría,
y no habrá primavera en el mundo
con flor más bella como la de ese día.
Más esa flor aquí perdura
no cambies tu esencia,
en su frescura y ternura
aunque tormentas vengan.
Y cuídate no esperes
que te atrapen sin medida,
porque la peor indefensión
es no estar siempre prevenida.
Vuela tan alto como puedas
sin olvidar dónde está el suelo,
y si sin remedio a él caes
vuelve a levantar fuerte el vuelo.
Igual no apruebe tus deseos
igual no apruebe tus decisiones,
pero por siempre, perpetuamente
tienes mi amor sin condiciones.
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