sábado, 29 de agosto de 2009

A sido un verdadero honor, gracias.

Intentando limpiar mi alma de residuos sin sentido aparecen multitud de sentimientos y heridas invisibles que permanecen en el tiempo, no te das cuenta de ello hasta que no decides indagar en las entrañas del dolor...lo veo algo necesario, perdonarme y a la vez perdonar, pero a veces la senda lleva a lugares arrasados, donde solo queda nostalgia y un dolor ya calmado pero profundo. No importa lo cerca que sientas a alguien aun cuando no esté corporalmente, no importa creer en que somos una prolongación unos de otros...el dolor de la perdida existe y no se va, no es cuestión de aceptar, si tienes un sentimiento grande por alguien como ahogar eso sin más...

Esta la sensación de que no lo has perdido que está ahí en la luz del amanecer, en el vuelo de un ave, en la profundidad del mar... en la luz que oscila y se eleva al cielo... no es la sangre que corre por mis venas, es que verdaderamente esta alma de la que hablo es algo muy especial, he conocido y me sobra una mano y algunos dedos para contar a muy pocos hombres que sean tan sensibles y a la vez varoniles, que sean capaces de llorar pero que no decaiga nunca su tesón, que antes de caer ya se están levantando... nobles pero firmes... alguien a quien admiraré siempre... gracias por lo que me enseñaste sin necesidad de decir...

Lo que más duele es el no poder despedirte, el no decir cuanto lo quieres y lo admiras, el no haber expresado que ha sido un honor tener un hermano así...
Un besote estes donde estes, siempre viviras en mi. Te quiero.