domingo, 12 de abril de 2009

Una simple gota de agua...

La sensación esta semana aquí cerquita del mar, es la de ser gota de agua. Que el río que bajaba puro de la montaña tan orgulloso, ese mismo río llega a su desembocadura, a su mar y allí, allí se ha de fundir con el resto, con el todo, siendo una simple y diminuta gota de agua, de dulce a de tornarse a salada, convertirse en eso, en una simple y salada gota, una más de… ¿cuántas formaran este inmenso mar?...pues una más. No ha de ser mejor que las otras, ni sentir más que las demás, porque aun similares no hay ninguna igual y eso es exactamente lo que lo hace increíble. Al final todos somos gotas de agua dulce en busca de la mar salada…
No es hora de seguir luchando contra el mundo, es tiempo de aceptar, con esta sensación de estar en la desembocadura de mi río y querer fundirme con lo inmenso…aceptar la sal en mí, no me va a cambiar la esencia, sé que no lo hará, pero es sentir que tienes que consentir y aceptar…y entonces comprender que en verdad solo soy una gota mas igual a las demás que forman la inmensidad de este mar azul de la vida….
Y que no pasa nada, porque todos nos equivocamos, no hay nadie perfecto, que no podemos cambiar este mundo, pero sí podemos hacer que sea un poco mejor y gota a gota formar un océano de esperanza…